Lejos de sensacionalismos, sencillamente es así. El personal que trabajamos en el Hospital San Juan de Dios, sobradamente conocido por generaciones y generaciones de granadinos, nos unimos para contar a todo el mundo no solamente que este centro va a dejar de prestar sus servicios, sino que los servicios que aquí se prestan pueden desaparecer y casi con seguridad van a sufrir serios empeoramientos.
Nuestros gestores, los gestores del SAS nos han comunicado que dada la precaria situación económica de la sanidad pública, es preciso hacer recortes. Por ello han decidido comenzar por el viejo Hospital de San Juan de Dios y por eliminar o disminuir los servicios en los que se encaman a los enfermos de cuidados paliativos, los enfermos crónicos que no pueden estar en hospitales de agudos (como siempre, los enfermos mas desfavorecidos) y la cirugía de alta precoz.
El personal de San Juan de Dios no protestamos porque estén en peligro nuestros puestos de trabajo, que de hecho no lo están. Casi todos somos personal fijo que seríamos trasladados a centros que se encuentran a poca distancia. Protestamos porque se decide ahorrar dinero a costa de eliminar atención sanitaria. Protestamos porque queremos poder recibir en un futuro la atención que nosotros mismos hemos estado prestando hasta ahora.
Les invito a leer el informe:Claves para la Construcción del Espacio Sociosanitario en España que realizó ANTARES Consulting, publicado en Redacción Médica, 08/04/2010. Dice entre otras informaciones:Que el patrón de las necesidades de atención sanitaria y social ha cambiado radicalmente en este siglo. Así el aumento de las personas con enfermedades crónicas y pluripatologías que a su vez generan dependencia, es " un fenómeno en creciente extensión que requiere un cambio profundo en las formas de atención actuales, todavía basadas en un modelo pensado para la atención a las enfermedades agudas". como ejemplo, España solo cuenta con 0,8 camas en hospitales de larga estancia por cada 1.000 habitantes, un 40 por ciento menos que la media européa...
ResponderEliminar¿Qué podemos hacer nosotros que sabemos y sentimos con los pacientes las necesidades cotidianas que padecen?
Interesante artículo el mencionado Mª Jesús, digno de análisis. En el mismo se indica que es la rigidez de la red de servicios una de las principales barreras para superar esa situación, y así se está viendo.
ResponderEliminarAdemás se cita que "La salud es un derecho de todas las personas y un factor imprescindible para el ejercicio efectivo de los derechos humanos, por ello es necesario lograr que la población goce de buena salud como una garantía para estimular su desarrollo humano", reubicar a este perfil de pacientes en otros hospitales no es la solución, y a los que vivís dichas necesidades no os dejan ni opinar...
En cada uno de los pacientes de este Hospital estamos representados TODOS y CADA UNO DE NOSOTROS, cada uno de NUESTROS mayores, ¿los que están pagando el progreso socioeconómico del que supuestamente sólo gozábamos los países desarrollados?
Es hora de ponerse a defender y cuidar nuestro frágil Sistema de Bienestar Social, NUESTROS Servicios Públicos, que somos TODOS.
Hagamos entre TODOS que el proceso que sufren principalmente pacientes, familiares y cuidadores sea menos doloroso, sino más humano, que esta difícil y frágil etapa de la vida esté fundamentada en la razón, en el sentimiento de humildad, cariño y comprensión hacia un perfil de población que actualmente a la administración le interesa olvidar… O acaso no nos corresponde?? Evitemos que se nos olvide también a nosotros.
Desde aquí aprovecho para expresar mi paso por este Hospital como alumna en prácticas de Trabajo Social en el año 2005 hasta 2007. Siempre he estado y estoy orgullosa de todo lo que allí he aprendido y que siempre recuerdo con muchísimo cariño y nostalgia.
Agradezco a cada uno de los profesionales y compañeros que encontré en mi paseo, en especial a Mª Jesús “la social”, y a Maru, Conchi, Isa, Carmen, Manolo, Dr. Zenner (D.E.P), Dr. Orozco…un gran equipo de profesionales "humanos" que permitieron conocer, vivir y sentir esa música que transmite cada uno de los rincones del Hospital de San Juan de Dios de Granada.